Samaná
El control de los ríos y la fuerza derivada de estos ha sido un factor determinante para el crecimiento del proyecto empresarial antioqueño que través de hidroeléctricas se ha apropiado del destino y de los recursos de muchas comunidades ribereñas del departamento. Casi todos los ríos fueron intervenidos, en casi todos la acción humana, movida por las necesidades de las corporaciones de Medellín, cambio los cursos, represó, inundó y desplazó miles de personas. En casi todos, menos en el río Samaná Norte, el que se considera el último río sin intervención de Antioquia, alejado de la mirada corporativa por haber estado situado en un área donde el conflicto armado fue tan fuerte y hubo tanto control insurgente y paramilitar, que nunca pudieron obtener nada de él.

Después del proceso de paz con la guerrilla de las FARC y la desmovilización de los paramilitares de las AUC, el río Samaná Norte volvió a estar en el ojo público y con esto se creó el proyecto hidroeléctrico Porvenir II, que pretende represar el río para crear una hidroeléctrica cuyo fin sea el negocio de la energía en las bolsas de valores del mundo. Con esto se desplazaría de nuevo a varias comunidades (ya desplazadas anteriormente por la guerra), se cambiaria la vocación económica de la región , se crearía una detención a las relaciones culturales y sociales de la zona y también se arrasaría con la diversidad en la flora y la fauna de muchos municipios aledaños.

La comunidad ha logrado oponerse con fuerza y con éxito, pero la amenaza sigue ahí, tratando de imponer voluntades ajenas, propias de las élites antioqueñas, que miran el departamento como un gran botín.

Estos vídeos hacen parte de un cubrimiento que se realizó para la beca Chagra de Baudó AP. En ellos se recorre al río Samaná y su diversidad y la comunidad de Puerto Garza, uno de los lugares a ser afectados en caso del represamiento del río.
_